Año académico 2024: un comienzo incierto
En este inicio de año, nos encontramos atravesados por la incertidumbre no sólo en el ámbito de la educación universitaria sino también a nivel país, en cuanto a definiciones sobre un importante número de temas que hoy día están en debate.
En lo que hace a nuestra comunidad, de educación universitaria, podríamos repasar un conjunto de principios que nos orientan y que hoy los encontramos cuestionados. Eso sería recurrir a los encuadres filosóficos que dan sustento al modelo de Universidad que pretendemos. Tanto los que compartimos ese encuadre como los que no, nos preguntamos cómo haremos para afrontar el ciclo académico cuando se anuncia que el presupuesto para funcionamiento que dispondremos será el mismo que se asignó en 2023 y que, vale destacar, se aprobó en noviembre de 2022 y no sufrió modificaciones.
Experimentamos desasosiego frente al desconocimiento sobre la continuidad de los programas de acompañamiento a los estudiantes, así como a la suspensión de procesos de evaluación que permitían la evolución de proyectos y líneas de investigación en marcha para dar respuesta a necesidades de los argentinos y también, contribuían el afianzamiento de investigadores noveles o no tanto que aspiran a hacer ciencia en nuestro país. La inquietud por el devenir crece frente a la pérdida de los ministerios, que nos han cobijado en términos de la educación y de la ciencia, y su reemplazo por espacios de menor incumbencia institucional y en algunos casos, todavía sin conocer quiénes serán los referentes que los ocupen.
Iniciamos un año que se anticipa complejo, donde será necesario mucha gestión para apuntalar los planes de acción previstos anteponiendo las cuestiones colectivas por encima de las individuales.
Veamos esta incertidumbre como una instancia que nos desafía para encontrar modos de resguardar lo construido, para ser más creativos, más ingeniosos y más flexibles.
Mg. Claudio Aciti Dra. Silvia Stipcich
Vicedecano Decana
