De Darmstadt a Exa: la experiencia internacional de Philipp

Una mañana gris en el hall del pabellón central de la facultad, previo al receso invernal y con un pie en el avión que lo llevaría a Australia, país donde le daría continuidad a su experiencia de intercambio estudiantil en el extranjero, conversamos con Philipp Schöenfeld, estudiante de la carrera Informática en la Universidad Técnica de Darmstadt, una ciudad ubicada a apenas 30 kilómetros al sur de Fráncfort, una de las principales ciudades de Alemania, su país de origen. En un charla con el idioma español, que maneja muy bien, como puente, nos compartió su experiencia como estudiante de intercambio en la Facultad de Exactas, algunos puntos de contacto y de distancia con la carrera en su lugar de origen y otras enseñanzas vinculadas a la vida social y cultural que le deja este período viviendo en Tandil.

A Philipp, además de hablar un poco español, le interesaba mucho la cultura latinoamericana algo de lo que, en Alemania, no se escuchaba. Cuando finalmente se decidió a emprender esa instancia de aprendizaje en el extranjero, el proceso se inició con un listado de ciudades de intercambio. ¡Qué difícil elegir cuando el menú es el mundo entero! Sin embargo, la elección de Philipp decantó como por arte de magia. En conversación con la Facultad, en un español seguro, nos explica: “Me gustó Tandil porque pensaba antes de venir que era una ciudad más chiquita, tranquila, familiar y es lo que me encontré”.

El desembarco ocurrió a inicio del cuatrimestre pasado. Philipp llegó a nuestra ciudad el 27 de marzo, apenas unos días antes del inicio de clases. Cuando le consultamos sobre las mayores dificultades con las que se encontró al arribar, sorprende que el idioma no haya sido una barrera o ni siquiera seguirle el hilo a las materias de tercer año que eligió para cursar, una de Ingeniería de Sistemas, dos optativas y una de TUARI. Muy rápidamente se incorporó al ecosistema local de la mano de uno de los dramas actuales: conseguir vivienda. Según nos relata: “Me costó bastante conseguir donde vivir: primero estuve en un hostel durante dos semanas hasta que encontré algo y luego encontré una habitación en una casa en el centro con otros tres estudiantes, donde también vive el dueño de la casa”.

Si bien en Alemania Philipp estudia en el tercer año de Informática, la carrera no es exactamente igual a la Ingeniería de Sistemas local. La de allá posee componentes también de TUDAI y de TUARI. Cuando le preguntamos por puntos de contacto y de distancia entre ambas formaciones, Philipp nos señala que no es evidente decir en qué año cursa acá porque no se mide de la misma manera, además de que las estructuras de las carreras difieren. En nuestra facultad, Philipp cursó teoría de la información, plataforma de la virtualización, desarrollo wen y desarrollo de actividades no técnicas, las dos últimas como materias optativas. Cuando compara la cantidad de horas de cursada, reconoce que acá son algunas horas menos. Lo decidió así por una cuestión estratégica, según explicó: “Tengo la dificultad del lenguaje que no tengo en Alemania donde puedo hacer muchas más horas y trabajar mucho más eficientemente”.

Además, señaló una diferencia sustancial con la formación europea. Nos compartió que en su lugar de estudios de origen, se le da mucha importancia a la parte teórica mientras que la parte práctica queda en un lugar más secundario, según dijo “si querés haces algunos prácticos y ejercicios pero no son muy importantes”. En Tandil se encontró con una importancia mayor otorgada a los ejercicios que realizaba de manera presencial acompañado por sus profesorxs y la posibilidad de estudiar la teoría online desde su casa. Sobre este punto concluyó: “la teoría a veces me parece más difícil en Alemania, pero la practica acá es más avanzada que en Alemania”. 

La dimensión social/cultural es toda otra parte clave para la experiencia de intercambio. En este aspecto, el intercambista reconoció que no le resulto fácil al principio. Sus cursadas no coincidían con una cohorte concreta al tomar cursos de diferentes años y esto generaba rotación de sus compañerxs, dificultándole la posibilidad de sociabilizar, además de que se conocían entre sí y ya tenían sus propios grupos. Hasta que un compañero demostró interés en Philipp. Según relató: “un chico se acercó y quiso hablar conmigo…me ayudó mucho, me presentó a su grupo de amigos, con él hice las cosas de la facu”. Un tiempo después empezó a jugar al básquet en un club, otra fuente para tejer amistades.

Para cerrar, Philipp quiso dejarle un mensaje a quienes estén pensando en realizar una experiencia similar: “En Alemania, la mayoría de la gente se va de intercambio a Europa, a través de la experiencia de Erasmus. Así conocen gente europea porque toda Europa hace eso, pero no conoces a la gente del país. Acá es muy diferente no tuve ningún contacto con otros estudiantes internacionales, eso te lleva a hablar y socializar con los nativos y esa es una razón muy importante para hacer el intercambio, es algo muy positivo de realizar la experiencia acá”.

Después de rendir su último parcial, Philipp pasó una semana visitando el norte de nuestro país, pero no por mucho tiempo, porque su siguiente avión lo esperaba para continuar su formación lejos de casa, esta vez, en Australia.

Seis puntos sobre su vínculo con Argentina

Sobre lxs argentinxs. “Los argentinos son muy abiertos, cuando decís que sos alemán tiene 100 preguntas para ti”.

Sobre el mate. “Lo primero que vi cuando vine acá es el mate, en todas las materias la gente está tomando mate. Todavía no compré yerba para llevarme de vuelta a Alemania pero lo voy a hacer”.

Sobre el fútbol. “En Alemania es el deporte más popular […] jugas hasta los 15, pero si no estás en un club no jugas. Acá jugué con mis amigos todas las semanas o cada dos, alquilan una cancha y nos juntamos para jugar y eso también me gustó mucho”.

Sobre la música. “En los boliches siempre hay trap y reggaeton y eso me gusta mucho. Ni bien llegué fue el cumple de Tandil y vi un espectáculo en vivo de Los Totora, y son buenísimos”.

Sobre la política. “Me interesa la política pero es un poco difícil entender bien porque el lenguaje resulta una barrera. Este es un año de elecciones y por eso escuché mucho y a través de redes me llegaba mucha información de los candidatos”. 

Hábitos que se lleva. “El mate, quiero hacérselo probar a mis amigos y familia en Alemania y la cultura de ir hacia las personas y conocer más gente. En Alemania siempre encontrás personas más abiertas, pero en general en Argentina hay mas apertura”.