“La matemática para mí no es un trabajo, es realmente un regalo” Sergio Celani, docente investigador de EXA, integrante y fundador del grupo de lógica algebraica, que en la actualidad es parte del núcleo de actividad científico tecnológica NUCOMPA, quién también ocupó el rol de decano de nuestra institución, supo forjarse su destino cuando dejó su San Juan natal de la que conserva, aún muchos años después de haberla dejado, un acento intacto. El especialista en Lógica Algebraica, particularmente en el desarrollo de estructuras algebraicas ordenadas dotadas de operadores modales y que están asociadas a lógicas proposicionales modales, conversó con la Facultad, en un charla distendida que resultó en un repaso de su vasta trayectoria.
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Lógica ¿cuánto sabemos de esta disciplina? ¿Qué lazos existen con nuestro país? “Argentina es un referente en el mundo, es una escuela bastante fuerte” menciona Celani al iniciar el diálogo. En nuestro país y en Brasil hay muchísima gente estudiando lógica algebraica, algo que se advierte por la cantidad de publicaciones sobre el tema. La ciudad de Bahía Blanca fue el lugar donde, en su momento, hubo más gente dedicada. Allí recayó un matemático portugués llamado Antonio Monteiro que formó el departamento de matemática en la Universidad Nacional del Sur. Él fue el creador de la lógica algebraica en la Argentina, además de realizar una fuerte formación en recursos humanos.
Previo a eso, Monteiro vivió en Francia y estuvo mucho tiempo fuera de la universidad. Durante seis años trabajó en matemática, pero como administrativo en una biblioteca. Él decía que lo primero que había que hacer para recrear un ambiente de investigación era tener una biblioteca. Entonces, allí donde iba, lo primero que hacía era formar una. Así armó en Bahía Blanca la biblioteca más grande de matemática de la Argentina, la cual en su momento fue de las más importantes en América Latina, que lleva su nombre en su honor.
MONTEIRO X CELANI
“Con Monteiro es de esas circunstancias extrañas” nos comparte y así riega en el aire un clima de intriga, que completa con una anécdota fantástica que lo une a este matemático destacado. “Resulta que mi padre tenía un amigo íntimo en San Juan que se llamaba Antonio Diego, una persona muy inteligente que se dedicó a la matemática y fue uno de los mejores alumnos de Antonio Monteiro. Diego hizo una tesis citadísima sobre un área que se llama álgebra de Hilbert, es del año ‘63, muy importante en su momento […] Yo me acuerdo que Antonio Diego iba a mi casa cuando yo era un niño. Con los años, cuando empecé a trabajar en matemática, terminé trabajando con su tesis…Gran parte de las publicaciones que tengo son sobre cosas que él había trabajado, es como que continúe el trabajo, me convertí en un especialista en el mundo sobre eso y al día de hoy trabajo en álgebra de Hilbert…Sospecho que algunas cosas de su tesis las hizo en mi casa, durante la vacaciones de verano mientras nosotros nos íbamos y nos cuidaba la casa”.
PASOS
“Yo vengo de una provincia pobre en la que no habían estudios de matemática…en su momento me fue más fácil irme al exterior que quedarme en Argentina a estudiar.” Así nos introduce a los inicios de su formación. Entre 1991 y 1995, Celani se formó como Doctor en Ciencias Matemáticas en la Universidad de Barcelona, España. Dejó San Juan para hacer el Doctorado, junto a una persona de filosofía, dedicado a la lógica matemática. Llegó a Tandil buscando trabajo en 1996 en el área en que se desenvuelve: lógica, más precisamente lógica algebraica o lógica de álgebra universal.
En ese momento, no había absolutamente nada. El grupo de Lógica Algebráica no existía por ese entonces. Este proyecto cuya denominación institucional actual es “Semánticas asociadas a Lógicas No-clásicas:un estudio algebraico, topológico y categórico” que además dirige, empezó a partir de su ímpetu. Cuando reflexiona sobre esto, risueño, dice “Hoy somos unos cuantos” y se explaya “Cuando vine acá en el año ‘96 estaba solo en el área, recién me había doctorado y empezaba a abrirme camino…fue difícil tomar la decisión de venir a un lugar donde no hubiera gente que estuviese en el mismo área, pero era un desafío, estaba lindo en ese sentido”.
A partir de ese año, siguió trabajando en el área con gente de España hasta 2002, cuando tuvo sus primeros becarios: Jorge Castro, doctorado en 2004 y Leonardo Cabrera, en 2008. El grupo se empezó a consolidar. Para 2011 se doctoraron Daniela Montangie e Ismael Calomino, quien fuera profesor de esta casa de estudios hasta 2022, así como Paula Menchón, actualmente en Polonia con un proyecto compartido hasta 2025. En 2023 se doctoró Agustín Nagy, profesor también de EXA.
A la hora de hacer balances, Sergio menciona: “El proyecto ha sido exitoso por la fuerte formación de recursos humanos. En ese sentido el objetivo está plenamente cumplido.” El grupo, que inició en solitario, creció considerablemente. Hoy está compuesto por William Zuluaga, Aníbal Tolaba, Agustín Nagy, Paula Menchón, junto a sus becarixs, así como previamente estaba Ismael Calomino, constituyendo el grupo más numeroso del Nucompa.
“Hemos tratado de establecer contactos con el exterior de Tandil, tanto con otras universidades de Argentina como de otros países.”
DESAFÍOS
Aunque cuando mira para atrás se expresa conforme con los resultados actuales, no desconoce que existen desafíos hacia adelante: “Desde el punto de vista científico – académico los desafíos son permanentes: seguir formando recursos humanos, tratar de hacer todas las conexiones posibles con el resto del mundo porque eso es lo que nos hace crecer. Tratar de consolidar proyectos, que la gente que está como becaria pueda completar sus doctorados y que luego siga una carrera de formación haciendo un postdoc viajando al exterior, en pos de la consolidación del grupo”.
Reconoce que hay algunas aristas que todavía están vacantes, como trazar conexiones con otras áreas, como la informática. En este sentido, recoge su experiencia y menciona que: “Hemos aprendido bastante en proyectos como el que nos financia actualmente la Unión Europea y nos reúne con universidades de todo el mundo porque hay gente de filosofía, de matemática, de informática, del área de lingüística. Creo que hemos sido bastante aperturistas desde el principio. El hecho de tener conexión con otras áreas nos ha permitido pensar que un matemático es el que hace matemática, sin importar si viene de la ingeniería, la filosofía, del área que sea”.