El Premio Nobel de Física 2024 ha sido otorgado a dos figuras clave en el desarrollo de las redes neuronales artificiales: John Hopfield y Geoffrey Hinton. Sus trabajos han revolucionado el campo de la inteligencia artificial, proporcionando las bases sobre las que se construyen muchas de las tecnologías avanzadas que utilizamos hoy en día.
En la década de 1980, Hopfield introdujo un modelo que conectaba la neurociencia con la física teórica, desarrollando una red que podía almacenar y recuperar patrones de información de manera similar a como lo hace el cerebro humano al recordar. Este enfoque, conocido como memoria asociativa, permitió por primera vez simular aspectos de la memoria utilizando un modelo basado en el modelo de Ising del espín atómico. Hinton, por su parte, utilizando principios de la física estadística, expandió este concepto a redes más profundas y complejas, lo que dio lugar a que los sistemas computacionales aprendieran de datos en lugar de seguir instrucciones predeterminadas. Su enfoque hizo posible que las máquinas no solo clasificaran imágenes, sino también que generaran nuevas a partir de las que ya conocían, lo que abrió un mundo de aplicaciones, desde el reconocimiento de patrones hasta la predicción de estructuras biológicas.
Lo notable de los avances generados a partir del trabajo de Hopfield y Hinton no es solo su aplicabilidad tecnológica, sino la influencia transversal que han tenido en varias disciplinas, como la física de partículas, la astrofísica, la ciencia de materiales y la neurociencia. Estos descubrimientos han sido fundamentales para el crecimiento exponencial de la inteligencia artificial en la última década, demostrando cómo el aprendizaje automático puede abordar problemas que antes parecían intratables. En este punto, Hinton al recibir la noticia del premio, destacó que “los avances en este campo tendrán un impacto similar al de la revolución industrial, aunque en lugar de reemplazar el trabajo físico humano, superarán nuestras capacidades intelectuales”. Sus palabras reflejan la magnitud del cambio que estos descubrimientos están produciendo, tanto en la ciencia como en la sociedad.
En la Facultad de Ciencias Exactas y en la UNCPBA existe la sinergia entre diversas disciplinas como la física, la informática y la ingeniería en diferentes proyectos de investigación, que resuena con los principios detrás de estos avances, con aplicaciones a la Neuro-Inteligencia Artificial (NeuroAI), Educación, las Ciencias Veterinarias, Ambientales y Sociales. En ello los avances en inteligencia artificial pueden integrarse en investigaciones locales, enfatizando la importancia de combinar ciencia básica y aplicada para abordar problemas complejos de manera innovadora. Usualmente, tales avances implican estudiar directamente este tipo de sistemas desde una perspectiva multidisciplinaria o aplicar las herramientas que se han desarrollado a partir de ellos en áreas de la mayor diversidad.
Así, mientras celebramos este merecido reconocimiento a Hopfield y Hinton, también vemos cómo sus descubrimientos están dejando huella en nuestro propio entorno académico, impulsando la investigación interdisciplinaria y expandiendo los horizontes de lo que es posible en la ciencia.
Departamento de Ciencias Físicas y Ambientales y Departamento de Computación y Sistemas